Abby tenía la oportunidad perfecta para vengarse del todopoderoso Samuel Carlton.
Toda su vida había soñado que vería arrodillarse a sus pies al hombre que había arrojado a sus abuelos de su hogar.
Cuando comprendió que él jamás reconocería en ella a la pequeña Abby, supo que era la ocasión.
Entonces, ¿por qué suspiraba de placer cada vez que él la tocaba?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario