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sábado, noviembre 24, 2018

Serie Rancho Anderson

1. Tu destino

Los Anderson tenían un ultimátum. O encontraban esposa o encontraban esposa.

¿Qué tan difícil podía ser? ¿Acaso no tenían a todas las chicas babeando por ellos? Pues... estaban a punto de comprobarlo.

Travis no pensaba ir a la caza de una mujer, esas eran puras tonterías de sus padres. Era el siglo XXI y esas cosas ya no pasaban. Además, el no quería casarse. Claro que no.

O al menos ese era su plan hasta que el destino lo cruzó con «ella» y nada volvió a ser igual.

Elizabeth solo quería huir lejos de su pasado y empezar de nuevo. 

Pero en sus planes no estaba quedarse atrapada en el rancho donde se fabricaban los vaqueros más guapos de Texas, ni mucho menos ser el "proyecto esposa" de Travis Anderson.

¡Necesitaba huir y pronto!
2. Tu casualidad

Los Anderson tenían un ultimátum. O encontraban esposa o encontraban esposa.

¿Qué tan difícil podía ser? ¿Acaso no tenían a todas las chicas babeando por ellos? Pues... estaban a punto de comprobarlo.

Josh no podía creer lo que estaba a punto de hacer. No solo era una estúpidez si no que un delito. Pero necesitaba una esposa y una casualidad había llevado a Andrea hasta él.

Seguramente las mujeres se domaban igual que los caballos. En lugar de una zanahoria, ponndría un diamante y listo. Trato cerrado.

Andrea había llegado a los Estados Unidos con muchas ilusiones. Hasta que Josh Anderson se atravesó en su camino con su sonrisa bonita, una propuesta de matrimonio y ese maldito ego de vaquero.

Ella se casaba a cambio de la ciudadanía y él heredaba su tierra. 

Era un buen trato; a menos que no soportara los hombres mandones y ella, definitivamente, no los soportaba.


3. Tu suerte

Los Anderson tenían un ultimátum. O encontraban esposa o encontraban esposa.

¿Qué tan difícil podía ser? ¿Acaso no tenían a todas las chicas babeando por ellos? Pues... estaban a punto de comprobarlo.

Leo no había mentido, solo se había valido de su nombre para meterse en el Rancho Anderson sin especificar que era una mujer.

Pero ¿qué más daba? No iba a dejar que la menospreciaran, mucho menos ese estúpido «bebé Anderson»

Declan por fin tendría un camarada que le ayudara en el rancho. Dejaría de ser el único soltero. Estaba encantado, hasta que se topó con Leo… que de hombre no tenía nada.

Sobre su cadáver iba a dejar que una niñita rica jugara a la vaquera en su rancho.

¡Necesitaba un ayudante no una mujer que le hiciera la vida imposible!