1. Carpe Diem
¿Cuántas veces para un tren en una misma estación? Carpe Diem es una historia de segundas oportunidades y, por supuesto, de saber vivir el momento.
Varios son los viajeros, que se suben y bajan en cada estación.
Iván, periodista enamorado de su profesión, padre de un par de locas gemelas de siete años, que ve llegar su segunda oportunidad de la mano de la que fuera su novia en la universidad, Lucía.
Lucía, abogada, no duda ni un segundo en subirse al tren de las segundas oportunidades al reencontrarse con Iván tras haber roto su relación con Nando.
Nando, escritor capaz de acariciar a sus lectores con la palabra, pero incapaz de retener a la mujer de su vida a su lado. ¿Podrá subirse al tren o para él ya pasó de largo?
Iván, Lucía, Nando y las dos pelirrojas, que son capaces de encontrar el romanticismo en un ataque de piojos, nos contarán su historia junto a personajes secundarios, tales como Ricardo, Sira o Félix…
Todos tienen mucho que contar y todos sueñan con subirse al tren de las segundas oportunidades.
2. Con 2 de Azúcar
Muchos son los que desprestigian las historias de amor, cuando todos soñamos encontrar ese amor, el cual, parafraseando a Karen Lovecraft, podría compararse con una agradable, dulce, a la vez que amarga taza de café.
¿Cómo calificarías tu historia actual?
¿Sería un simple cortado, un dulce bombón, tal vez, tocado con unas gotitas de licor?
¿Un especial y exquisito latte macchiato?
¿Un apetitoso cappuccino o, tal vez, el café en mayúsculas?
Sí, el espresso, corto e intenso, pero la base para cualquier buen café.
Maribel o, Karen Lovecraft, descubre que su relación con Sergio, su pareja desde hace veinte años, ha sido el mejor y más delicioso de los cappuccinos; cremoso, sabroso, con su justa medida de cacao. Sin embargo, también sabe que dos cappuccinos seguidos no es la mejor de las opciones.
Si en Carpe Diem nos subíamos al tren de las segundas oportunidades, en Con Dos de Azúcar, tras habernos subido en él, nos apeamos en la siguiente estación en busca de un destino, por supuesto, en la espera saborearemos el mejor de los cafés, que en su caso siempre con dos de azúcar…