Mostrando las entradas con la etiqueta Serie Jacaranda. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Serie Jacaranda. Mostrar todas las entradas

martes, mayo 12, 2020

Serie Jacaranda

1. Una lista de propósitos y treinta noches de verano

Podría empezar mi historia presentándome y, quizá, hablando de mí; mi nombre, apellido, edad, de dónde soy o contaros que tengo una hermana gemela, claro, podría; pero creo que es mejor hablar de él, pues es el culpable de esta historia. 

Él, Axel, que ya su nombre suena exactamente a eso, a pecado, justamente a lo que es. 

Podría decir que es un hombre sencillo y que no es capaz de trastocar tu mundo y el de todo el que se cruza por su camino, sobre todo, si hablamos de féminas; pero, no, el caso es que el único mundo que decidió poner patas arriba fue el mío y yo, yo me sentía una veleta con él cerca. 

Puede que sí deba deciros que todo empezó con un cambio de vida y tachando de mi lista uno de esos propósitos que tanto me definen, pero creo que sería más sencillo aceptar que la vida te tiene preparado un camino y que siempre terminarás cogiéndolo, aunque te empeñes en dar un rodeo. 

Axel llegó a mi vida como el verano llega tras la primavera. 

Ponte unas chanclas, un pantalón corto y deja que lo que hay dentro de estas páginas te cuente mi verano, el verano que cambió nuestras vidas.

2. Una lista de deseos y treinta noches de invierno

Puede que, de nuevo, no sea necesaria la carta de presentación. 

No la mía, porque ya me conocéis, pero a él no. 

Él, Ethan, el chico de la armadura de cristal, el chico serio que no sonríe con cualquier broma, el chico de la mandíbula recta y las perfectas patillas, el chico frío, tan frío como el hielo. 

El chico que teme que le hagan daño, humano, sensato y parco en palabras. El chico de los secretos inconfesables y la magia sin trucos. 

Él. Una vez más, él. Lo que estoy segura de que sí que debo contaros es que he regresado a Jacaranda de nuevo y no lo he hecho sola, tampoco en verano. 

La estación ha cambiado, la temperatura también y las gotas de sudor han sido sustituidas por el vaho que se escapa cuando confiesas tus deseos, cuando escribes una lista que no esperabas escribir y cuando un mes cambia por completo el resto de tu existencia. 

Ethan llegó a mi vida como el invierno llega tras el otoño. 

Ponte unas botas de montaña, una bufanda y un gorro de lana y deja que lo que hay dentro de estas páginas te cuente mi invierno, el invierno que cambió nuestras vidas.