Mostrando las entradas con la etiqueta Serie Inspector Mascarell. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Serie Inspector Mascarell. Mostrar todas las entradas

sábado, noviembre 02, 2019

Serie Inspector Mascarell # 10

10. Un día de septiembre y algunos de octubre

En esta ocasión tiene que encargarse de los casos de su amigo el detective David Fortuny, después que éste sufra un atentado que lo deja en coma.

Un fresco nítido y revelador de la vida de la posguerra española, doce años después del final de la contienda. 

Un mundo que sigue siendo cruel para los vencidos, las mujeres, los marginados sociales que viven bajo el poder absoluto de la dictadura.

miércoles, julio 04, 2018

Serie Inspector Mascarell

1. Cuatro días de enero 

Barcelona, 1939: cuatro días antes de la ocupación franquista, un inspector republicano deberá resolver su último caso...

El 22 de enero de 1939 el Gobierno de la República abandona Barcelona dejándola a su suerte y a merced de Franco y sus tropas. 

Durante cuatro días, en medio de una huida hacia el exilio por parte de los vencidos, la ciudad se convierte en un caos fantasmal bajo el peso de la derrota, el hambre y el miedo.

En este marco el inspector Miquel Mascarell, que no puede huir a causa de que su esposa está enferma, se enfrenta al último caso de su carrera, el de la hija de una prostituta, una adolescente violentamente asesinada. 

En estos cuatro días, a pie por la ciudad desesperada, buscará a un asesino y descubrirá que los viejos fascistas escondidos están regresando a sus casas y a sus vidas, dispuestos para la venganza.

Con un documentado trasfondo histórico que recrea fielmente la realidad de ese momento, Cuatro días de enero es la novela de una resistencia al límite y la voluntad de supervivencia de todo ser humano ante la adversidad.

2. Siete días de julio

1947. 

Miquel Mascarell, el último policía de la Barcelona republicana, sale en libertad después de ser indultado de la pena de muerte y de haber pasado los últimos años de su vida en el Valle de los Caídos. 

De vuelta a casa, a una ciudad casi irreconocible en la que ya no tiene nada ni le queda nadie, recibe un misterioso sobre con una fotografía, dinero y una dirección que su instinto de policía no puede ignorar.

A lo largo de una semana descubrirá los nuevos caminos que la dictadura está entretejiendo en Barcelona y en España: el estraperlo y sus grandes riquezas floreciendo entre los vencedores; el hambre y la miseria sepultando todavía a los vencidos.

Con una fiel y detallada recreación del ambiente de la ciudad y la época, Siete días de julio nos habla de la condición humana llevada al límite, y también de su resistencia y su inagotable esperanza.

3. Cinco días de octubre

1948. 

Un año después de abandonar el Valle de los Caídos tras su indulto, Miquel Mascarell, el último policía de la Barcelona republicana, ha rehecho su vida al lado de Patro, la joven a quien ya ha salvado dos veces. 

La visita de un hombre temible y su extraño encargo, buscar la tumba de su sobrino muerto el 18 de julio del 36, volverá a poner al viejo inspector en el disparadero, enfrentado a sus fantasmas, su supervivencia y moviéndose por una ciudad extraña que vive la posguerra en busca de un nuevo futuro.

En esos mismos días, en Madrid, un consejo de guerra juzga al grupo de los 80, los maquis que siguen la lucha contra la dictadura. 

¿Qué secreto esconde el cadáver de aquel joven cuya tumba busca Mascarell, en un cara y cruz con la vida y la muerte, doce años después y sin testigos vivos de aquel incidente?

Ambientada con exactitud y precisión en la España de su tiempo, Cinco días de octubre es una novela que nos hace retroceder al pasado para comprender, quizá, nuestro presente y la forma en qué sobrevivimos.

4. Dos días de mayo 

30 y 31 de mayo de 1949. Francisco Franco, Caudillo de España, visita Barcelona en un clima callejero de euforia y rendición a la dictadura.

Pero no todos piensan lo mismo y en dos días, silenciado por la prensa, estallará una decena de bombas en la ciudad. Miquel Mascarell, el último policía republicano, con su nueva vida ya asentada al lado de Patro, va a tropezarse de bruces con un complot para asesinar al dictador. 

Buscando al asesino de un antiguo amigo y compañero en la policía, por petición de su hija, pronto descubrirá que puede cambiar la historia. Si lo encuentra quizá no se produzca un atentado. 

Si calla, el país puede enfrentarse a una nueva guerra civil o a un giro de 180º grados con la muerte del Generalísimo. 

La clave: dos días de búsqueda bajo el peso de la responsabilidad, apenas unas horas en las que Mascarell se moverá sobre el filo de una navaja. 

¿Será el destino o su propia decisión lo que marcará la resolución de todo?

Con la rigurosa precisión histórica y las minuciosas tramas policiales de Cuatro días de enero, Siete días de julio y Cinco días de octubre, Dos días de mayo enfrenta al veterano Miquel Mascarell con todos sus fantasmas, y más sabiendo que está en su mano detener o acelerar el curso de la historia.

5. Seis días de diciembre

Diciembre de 1949. Lenin, el chorizo con el que Miquel Mascarell se reencontró en mayo de ese mismo año en la cárcel, le pide ayuda para salir de un lío: ha robado una cartera a un supuesto turista inglés al que acaban de asesinar por ella. 

Ahora lo persiguen a él. Pero ¿qué contiene la cartera? Ni más ni menos que uno de los catálogos de cuadros robados por los nazis antes y durante la Segunda Guerra Mundial.

El asesinado pertenecía a los Monuments Men, la organización que, tras la guerra, se dedicaba a buscar y recuperar las obras de arte expoliadas por los nazis. 

En esta ocasión estaba siguiendo los pasos de uno de ellos, oculto en Barcelona en posesión de un preciado botín por el que valía la pena matar.

Con la familia de Lenin instalada en su casa y alterando su paz, con el aliento del comisario Amador en la nuca y con el misterio de una enrevesada trama que bucea en las telarañas de la derrotada ciudad, llena de personajes ocultos y nuevos asesinatos que lo complican todo, Miquel volverá a enfrentarse sin más armas que su inquebrantable voluntad a los fantasmas del pasado tratando como siempre de ser fiel a sus principios y de mantener su ética.

Después de Cuatro días de enero, Siete días de julio, Cinco días de octubre y Dos días de mayo, constantes en su recreación histórica, Seis días de diciembre no defraudará a sus seguidores.

6. Nueve días de abril

Abril de 1950. 

La policía detiene a Miquel Mascarell. 

Su nombre aparece en la agenda del hijo de un periodista amigo suyo fusilado por el Régimen. 

El joven es acusado del asesinato de un diplomático español. Miquel se ve obligado a investigar lo sucedido para demostrar su propia inocencia y, también, para ayudar al muchacho. 

El diplomático acaba de ser expulsado de Estados Unidos ¿Por qué motivo?

En los días en que España intenta por todos los medios ser reconocida a nivel internacional, acercándose principalmente a Estados Unidos, y cuando en el horizonte se vislumbra ya la «venta» de las bases de Morón, Zaragoza, Torrejón de Ardoz o Rota,Miquel descubre que la embajada española en Washington es un coladero para la inteligencia norteamericana. 

Demasiado para que el servicio secreto ruso se mantenga inalterable: bases americanas en España pueden desequilibrar el mapa europeo.

Con su habitual rigor documental, mostrando los claroscuros de la España de la segunda mitad del siglo XX, Nueve días de abril sigue la estela de sus cinco antecesoras: Cuatro días de enero, Siete días de julio, Cinco días de octubre, Dos días de mayo y Seis días de diciembre.

7. Tres días de agosto

Agosto de 1950. Miquel y Patro se disponen a pasar un día de playa. 

Sin embargo, todo se torcerá cuando ella desaparezca y él reciba una nota muy explícita: si no resuelve en tres días un caso que dejó inconcluso en 1938, Patro morirá. 

Desde este instante, a contrarreloj, en una Barcelona batida por la canícula estival, Miquel deberá enfrentarse a los fantasmas del pasado una vez más. 

El caso que no concluyó, debido a una intempestiva enfermedad, y que resolvió otro inspector demasiado rápidamente causando la muerte de un inocente, se remonta a los crueles bombardeos de marzo de 1938 sobre la ciudad. 

Bombardeos que, después de Guernica, fueron los más sanguinarios y salvajes de la guerra. 

La bomba que hizo saltar por los aires la esquina de la Gran Vía con la calle de Balmes es el detonante para la novela. 

Allí apareció el cadáver de un soldado que no murió por la explosión, sino asesinado. ¿Por quién? ¿Por qué?

Además, en plena investigación, descubrirá algo que va a cambiarle la vida. Algo que atañe a Patro. Algo que le hará sudar por algo más que por el calor.

Tres días de agosto vuelve a mostrarnos la oscuridad de la España de la posguerra, pero también revive el dolor de aquellos bombardeos que, en marzo de 1938, asolaron a la población civil marcando el camino de su derrota. 

Como ya es habitual, la recreación de la época es tan rigurosa como ya lo fue la de Cuatro días de enero, Siete días de julio, Cinco días de octubre, Dos días de mayo, Seis días de diciembre y Nueve días de abril.

8. Ocho días de marzo

Años cincuenta. El inspector Mascarell y su esposa, Patro, están a punto de ser padres en una Barcelona que sufre un período de agitación social debido al aumento del precio del tranvía.

Un día, Pere Humet, un antiguo subordinado de Mascarell, le cuenta que Piñol, Arnella y Matarrodona, tres policías que también estuvieron a sus órdenes, fueron juntos al exilio, al campo de refugiados de Argelès, y luego trabajaron en el refuerzo de la Línea Maginot, hasta que los alemanes los enviaron a Mauthausen. 

Sobrevivían en aquel infierno, pero el capricho de un mando alemán desencadenó el horror: obligó a Piñol a que matara de un disparo en la cabeza a Arnella. 

Después, le obligó a que hiciera lo mismo con Humet; la pistola solo tenía una bala y Humet salvó la vida, sin embargo juró vengarse de Piñol, que a partir de ese momento comenzó a colaborar con los alemanes, y fue culpable de la muerte de otras personas.

Humet explica a Mascarell que ha vuelto porque sabe que Piñol está en Barcelona y quiere hacer justicia. También le confiesa que tiene un cáncer y que no le queda mucho tiempo de vida.

Miquel accede a ayudarle, y le invita a comer a su casa al día siguiente, pero no aparece, así que va a buscarlo y lo que encuentra es el cadáver de Humet y el de su prima, cosidos a puñaladas. 

El acusado es Nicolás, el exnovio de la prima, pero el instinto de policía de Miquel le dice que el chico no es culpable. Sabe que es Piñol y debe encontrarlo.

9. Diez días de junio

Junio de 1951, durante los días de la verbena de San Juan. 

Miquel Mascarell descubre por sorpresa que un viejo enemigo está vivo y libre. 

Es Laureano Andrada, el único hombre al que apuntó con una pistola y deseó matar antes de la guerra, un viejo pederasta irredento, desafiante, que con la dictadura ha salido de la cárcel y, más aún, sigue trabajando con niños.

En los diez días siguientes, acusado de asesinato, perseguido por la policía, y salvado por David Fortuny, un antiguo agente ahora reconvertido en detective privado, Mascarell vivirá escondido, lejos de Patro y de su pequeña hija Raquel, disfrazado y colaborando con Fortuny para demostrar su inocencia. 

Un Fortuny ex combatiente, falso héroe de guerra, seguidor del Régimen y, por lo tanto, en las antípodas de lo que piensa y cree él. 

Un auténtico choque de trenes en medio de la vorágine de los días más decisivos en la vida del ex inspector.