Cuando cuatro jóvenes amigos de Berlín fundan una agencia que se dedica a «pedir perdón» previo encargo de empresas, ninguno de ellos puede prever las consecuencias de esta decisión.
El negocio florece hasta que un cliente anónimo les obliga a pedir perdón a una mujer muerta y a deshacerse de su cuerpo.
Esto es el principio de una pesadilla sin fin, en la cual dos de los cuatro amigos perderán la vida, y serán piezas de un juguete manejado por el asesino.