jueves, junio 23, 2016

El holandés irascible


Para muchos, el solitario holandés que habitaba la mansión sólo era un hombre huraño y amargado. 

Un ser monstruoso y carente de emociones al que aquella espantosa cicatriz confería un aspecto casi demoníaco. 

Un hombre al que nadie podía lastimar porque su corazón se había helado mucho tiempo atrás. 

Sara había escuchado latir aquel corazón que todos creían muerto... 

Y había jurado que sólo por la esperanza de revivirlo, se quedaría junto a él. 

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