5. Tú tan refugio y yo tan a la deriva
Un día cualquiera Marco Corleone sale de su restaurante, mira al cielo, aspira con fuerza y sonríe.
Parece simple, pero hubo un tiempo en que hasta respirar parecía imposible.
Sus miedos se han ido extinguiendo a la misma velocidad que en su espalda crecían un par de alas listas para volar y perseguir sueños que parecían inalcanzables.
Casi todo es como debe ser.
Casi.
Porque a veces, aunque no quiera, duele.
Todo duele: la vida, los golpes de realidad una vez al mes, los recuerdos y las dudas de lo que pudo ser y no fue.
Quizá no es una vida perfecta, después de todo, pero es una vida que jamás soñó tener.
Ahora solo necesita acabar de cerrar heridas… O abrirlas en canal y dejar que el dolor se enfrente a cada fantasma con la fuerza de quien se ha superado día a día y el miedo de quien tiene demasiado que perder.
Acá están los primeras historias de la serie:
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