miércoles, agosto 03, 2016

Verano sin fin


Ningún hombre me llevará a la iglesia a menos que pueda ofrecerme un vestido de novia diseñado por St. Laurent, una luna de miel en Santa Lucía y un Lamborghini. 

Alex bromeaba, pues en realidad el dinero no le importaba, pero sí estaba interesada en el dinámico banquero Alain du Gard. 

Por ello, cuando Alain le propuso matrimonio, aceptó de inmediato. 

Después de todo debía amarla, ¿no? 

Con el paso del tiempo él podría darle todo lo que Alex deseara, excepto lo que más ansiaba en el mundo... ¡su corazón! 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario