Michael Collins era el consentido de los medios.
Este famoso actor llegó a la pantalla grande y se convirtió rápidamente en el sueño húmedo de cada mujer.
Atractivo, sexy, millonario y con un halo de misterio.
Todas lo deseaban.
Algunas lograban, incluso, entretenerlo por algunas horas.
Pero no todo sobre Michael era perfección.
El actor era también cínico, arrogante y totalmente peligroso para la psique femenina.
Flavia D’Angelo no es de las mujeres que se dejan embaucar fácilmente.
Tras su última gira con la Compañía Nacional de Danza regresa a Bari (Italia) para cuidar de su madre y administrar el negocio familiar.
La rutina del “pueblo pequeño” empieza a resultarle aburrida hasta que recibe la llamada de su tío Vinnie para pedirle un “favor especial”.
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