miércoles, agosto 10, 2016

Simplemente perfecta


Michael Collins era el consentido de los medios. 

Este famoso actor llegó a la pantalla grande y se convirtió rápidamente en el sueño húmedo de cada mujer. 

Atractivo, sexy, millonario y con un halo de misterio. 

Todas lo deseaban. 

Algunas lograban, incluso, entretenerlo por algunas horas. 

Pero no todo sobre Michael era perfección. 

El actor era también cínico, arrogante y totalmente peligroso para la psique femenina.

Flavia D’Angelo no es de las mujeres que se dejan embaucar fácilmente. 

Tras su última gira con la Compañía Nacional de Danza regresa a Bari (Italia) para cuidar de su madre y administrar el negocio familiar. 

La rutina del “pueblo pequeño” empieza a resultarle aburrida hasta que recibe la llamada de su tío Vinnie para pedirle un “favor especial”.

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