El primer concurso de música de la zona.
Dos grandes competidores.
—Dariel Cosustta—grita el presentador y el elegante chico entra en escena hecho un manojo de nervios con todas sus partituras alborotadas dentro de un portafolio. Se toma todo su tiempo para acomodarlas y, justo cuando está a punto de tocar la segunda tecla del piano, suena la campana y él agacha la cabeza. Ha fracasado. Ni siquiera tuvo la oportunidad de interpretar su canción sólo por los papeles desordenados. Maldijo por lo bajo y se sentó en una de las butacas del teatro donde se encontraban.
—Nahyra Venturi—ella sube al escenario y se acomoda en el asiento, pone las cosas en su lugar y comienza a cantar una canción romántica en francés. Su voz es fina y muy armónica, es obvio que puede alcanzar todos los tonos de las notas musicales que está tocando y sabe muy bien lo que hace dentro de la competencia.
Después de un gran debate entre los jueces por fin llegaron a un veredicto para indicar quién ha sido el ganador de la competencia.
—Hemos decidido quién será el ganador de este recital y merecedor de una beca para estudiar con los jurados en el palacio del príncipe Dariel; Nahyra Venturi, tú eres la afortunada para estudiar con nosotros.
—No gracias, no quiero estudiar ahí—entonces ella rechaza la propuesta y sale caminando como si nada hubiese pasado.
Ese fue el inicio de un maravilloso año escolar para Dariel, pero el peor día en la vida de Nahyra.
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