miércoles, mayo 06, 2015

Ligar es como montar en bici


Lunes de agosto. Siete de la mañana: bronca monumental con mi chico; ocho y cuarto: me despiden; nueve y media: sorprendo al muy desgraciado con otra. ¿Qué haríais vosotras, eh? 
A lo mejor sois más valientes y hubierais cogido el toro por los cuernos… pero como allí los únicos cuernos me los habían puesto a mí lo que cogí fue mi maleta de Prada. 
¿Que por qué me largué a Londres? Porque tengo la doble nacionalidad y un piso compartido. 

Pero no esperaba encontrarme a dos compañeras convencidas de que el amor es para locas, débiles o cobardes… ni a un vecino médico que conseguía que mis braguitas se revolucionaran solo con verlo… ni hacerme amiga de Maria, un ejemplo de superación…, ni a su primo, que resultó ser mi actor favorito y que estaba más bueno que comer con los dedos. 
Ni descubrir que dejar los problemas en España no significaba superarlos. O que la autoestima no se reinventaba. 
O que no tenía ni idea de cómo funcionaban los rollos de una noche. 
¿Queréis que nos tomemos una copa y os lo cuento con más calma? Id llamando al camarero y pedid una botella de vino: invito yo. Ah, por cierto: me llamo Victoria Adams. No es broma 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario