Sólo había una pasión en la vida de Reid Lomax, y no iba a dejarla sólo porque iba a casarse con Casey.
Las carreras de lanchas rápidas le ofrecían velocidad y emoción, pero también el riesgo de un grave accidente, y Casey no estaba segura de querer vivir con esa amenaza.
Así que se presentó ante Reid con un ultimátum que él no podía ignorar, si la amaba. ¿O podría?