La relación de Kerry con Mel McKinley no tuvo un buen comienzo.
El espigado australiano creía que ella era una niña consentida que esperaba trato preferencial debido a las inversiones de su abuelo en la empresa, y que estaba enamorada de un hombre casado.
Sin embargo, cuando ambos se vieron forzados a pasar una temporada en los arrecifes, saltaron chispas.
¡Sobre todo porque las intenciones de Mel eran estrictamente deshonrosas!