Vinn quería que su esposa, Ailsa, volviera con él.
Dado que Ailsa le había dejado hacía casi dos años, estaba dispuesto a recurrir incluso al chantaje para conseguir una reconciliación temporal según unas condiciones impuestas por él.
Pero la apasionada Ailsa se enfrenta él.
Por ese motivo, a Vinn no le queda más remedio que recurrir a la seducción para obligarla a rendirse a sus deseos.