Mostrando las entradas con la etiqueta Romance Histórico. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Romance Histórico. Mostrar todas las entradas

viernes, junio 12, 2020

Los días que compartimos

Londres. Enero, 1941. 

Christian Rowley es un desesperanzado piloto de la RAF quien, luego de ser condecorado, piensa pasar el resto de su permiso vagando sin rumbo por la ciudad devastada por las bombas alemanas. 

Eveline Johnston es una joven testaruda e introvertida que lo ha perdido todo y que, sin quererlo de verdad, trabaja en un pequeño salón de té. 

Ambos se conocen en una estación del subterráneo en medio de un bombardeo e inmediatamente forman un vínculo que sólo la guerra es capaz de provocar: inesperado, fugaz, incierto y profundo.

jueves, mayo 14, 2020

Cuando vuelvas a mí

Cuando el duque de Allthon descubre a esa preciosa muchacha en una de las salas de su casa de Edimburgo, se le hace la boca agua. 

Se pregunta quién será, qué hace allí y, sobre todo, a quién pertenece. 

No tarda ni un segundo en coquetear con ella y quedar hechizado por el candor que desprende. 

Pero, cuando a los pocos minutos aparece su sobrino y la presenta como su esposa, el duque cambia por completo.

William tendría que haberse casado con la cuñada del duque, como estaba acordado, no con una extranjera, que habla un inglés deplorable y que, para colmo, no es aristócrata. 

En qué demonios estaba pensando William trayendo a… a… ese bocadito precioso, a... esa niña bellísima.

Pese a su desacuerdo, aceptó. 

No ordenó anular aquel matrimonio pues, aunque él no lo supiera, Rosalía ya se le había metido en la piel. 

Ya estaba horadando el camino hacia su corazón.

Cuando ella se da cuenta de que la relación con su reciente marido no es como esperaba, conoce al duque, y es entonces cuando descubre la realidad de la pasión, el poder de lo prohibido y las encrucijadas de la vida.

El camino del pecado

Era dantesco.

La guerra apunto de terminar y todo lo oscuro, lo inimaginable, iba saliendo a la luz.

Se encontraba en el campo de exterminio de Bergen-Belsen, siendo liberado por el Ejército Británico, al que él pertenecía, y solo podía sentir un asco nauseabundo ante lo que contemplaban sus ojos.

De repente, su mirada se deslizó hasta un esqueleto andante, porque eso es lo que era; en un principio no supo si se trataba de una anciana o una mujer joven. 

Antes de que el soldado la dejara caer, él estaba ahí para impedirlo.

La cogió en brazos, sintiendo el fétido olor, el saco de huesos que apenas pesaría treinta y cinco o cuarenta kilos; se fijó en el cráneo afeitado, lleno de cortes recientes, de cicatrices antiguas. 

El cabello saliente por algunas zonas, no era blanco, como le pareció de lejos, era platino. 

El rostro lleno de costras, de suciedad, de hematomas, los ojos cerrados, hinchados, los labios partidos, como si un boxeador le hubiera dado una buena tunda.

Si tenía algo contagioso…, iba listo. 

Aun así, la llevó hasta los Sanitarios, la dejó en buenas manos.

La dejó con su hermano.

Por mucha imaginación que tuviese, jamás se le pasaría por la cabeza, lo que el destino le tenía preparado.

Jamás.

La Heredera

Primavera de 1881.

Elena Robles, huérfana desde niña, regresa después de varios años de ausencia a La Dorada, el cortijo de la serranía de Ronda donde vivió su infancia, convertida en una rica heredera.

En la fiesta del Gobernador, conoce a Diego de Casanueva, rico terrateniente y mujeriego empedernido, que queda hechizado por su carácter apasionado y sensual belleza, y que intentará conquistarla cueste lo que cueste.

Días después, un inesperado encontronazo con el Marqués, misterioso bandolero del que nadie conoce su verdadera identidad, hará que surja en ella una pasión irreprimible y desconcertante. 

Dividida entre su atracción por el bandido y su encendido deseo por Diego de Casanueva, Elena pronto se dará cuenta de que nadie es en realidad lo que parece.

Además descubre que, tras su vuelta, se oculta un oscuro plan forjado con la única intención de despojarla del legado de su padre. 

Una trama que pone en peligro su propia vida, y a la que tendrá que hacer frente con la ayuda del único hombre que la amará de forma incondicional.

Vientos de guerra


Estados Unidos, 1861.

La apacible existencia de Brianna Fallon en Boston cambia cuando se ve obligada a aceptar un empleo en el hogar de Wyatt Miller, el dueño de una de las plantaciones de algodón más importantes de Atlanta. 

Un hombre oscuro, atractivo y enigmático que despierta en ella emociones que no creía poseer, hasta el punto de poner a prueba su juramento más sagrado.

Para Wyatt, la presencia de Brianna supone encarar un pasado que intenta olvidar para enfrentarse a sus propias emociones y a una mujer llena de secretos que no puede manejar, pero que debe desentrañar para salvar su vida, su corazón y su alma. 

Mientras ambos luchan por superar la atracción que sienten, el inicio de una guerra que sacudirá los cimientos del país pondrá a prueba la fortaleza de unos sentimientos que apenas han empezado a surgir.

Cuando dos almas dañadas se encuentran, están destinadas a sanarse.

Cuando dos corazones laten al unísono, deben luchar por mantenerse a flote.

Cuando el viento habla el lenguaje de las armas, el amor puede ser la única salvación.