Roxy no se detenía ante nada.
A punto de graduarse, recibe una invitación para ir a una charla sobre el FBI y estaba más que interesada.
Que su profesor intentara quitárselo de la cabeza no iba a dar resultados, por muy sexy que fuera.
Solo esperaba que no se empeñara demasiado en fastidiar sus planes, porque tenía muy buenos contactos. Además, ¿a él qué le importaba?