Sylvia lleva observando a aquel hombre durante años.
Alto, guapo.
Todos los miércoles acudía al mismo bar a la misma hora y ella sin darse cuenta había comenzado a buscarlo por rutina, dándose cuenta que lo que comenzó como un juego, se ha convertido en un sentimiento muy real.
¿Qué pasará cuando todas sus fantasías más ocultas y secretas corran el riesgo de hacerse realidad?