Existe un piso en Madrid donde conviven tres inquilinos, cuatro si contamos a Goku, el gato.
Maravillas trabaja en los multicines y desde su taquilla sueña con Hugo, su amor platónico desde que fuera adolescente.
Está dispuesta a todo para enamorarlo, pero no va a ser tan sencillo como fantaseaba de niña.
Arantxa se está volviendo imprevisible. Ahora resulta que busca emociones fuertes y no se le ocurre otra cosa que seducir a una hetero.
Eloy se encuentra perdido. Clementine, su novia, está lejos y el futuro de ambos es incierto.
Algunos creen en los flechazos quinceañeros, otros en las declaraciones sin preliminares y otros en llevar la procesión por dentro; pero todos, sin excepción, tienen fe en el amor y solo por eso, cada uno se merece su propia historia.