Un día de primavera; una accidentada carrera de planeadoras y la aparición de un cadáver enredado en las cuerdas de una batea, fueron circunstancias suficientes para conducirlos a tres caminos que ellos nunca hubiesen podido imaginar:
Brais, se convertiría en testaferro de un clan de narcotraficantes, tejiendo con paciencia las redes que terminarían arrastrando a aquel que lo había derrotado en la mar y en la vida, robándole a Antía; la única mujer por la que él había sentido algo.
Yago se enrolaría como pescador en Terranova en un intento por escapar del odio que habitaba en sus vecinos, a la espera de poder ganar el dinero suficiente para empezar una vida con Antía, que en la soledad de la distancia luchaba para que su hija pudiese llegar a alcanzar sus sueños lejos de aquel pueblo lleno de secretos y venganzas.
Desgraciadamente, la mar atraparía a Yago en el Hospital de San Juan de Terranova, donde tendría por compañero de habitación a Ethan Villefort, el jockey más famoso de un tiempo ya olvidado, y la persona que marcaría su vida de la forma más inesperada desde Boston.