Esto no me puede estar pasando.
¿Tan horrible he sido como ser humano?
Primero me muero.
Luego me juzgan.
Y ahora el mismísimo Dios me asigna un trabajo que detesto a cambio de mi plaza en el Cielo.
¡Por favor!
¿Que yo sea Cupido?
¿Que empareje a completos desconocidos y les lance flechas como si fuera un indio del oeste?
Sin duda, por aquí arriba han perdido la cabeza y se han empeñado en que yo me una a su club de dementes...