La deseo solo para mí.
Es un ángel, y debe ser mía.
Debo poseerla y ser su dueño.
Puedo ser un hombre temible y haber hecho cosas terribles, pero eso fue antes de saber que ella existía. Su belleza y pureza me hacen desearla para mí.
Ser un líder de la mafia no será un impedimento para conseguirla y hacerla mía.
El pedazo de basura que la apostó como una ficha cualquiera en un juego de cartas jamás se la ha merecido. De todos modos ahora es mía.
Me consume la necesidad de adorar cada parte de su cuerpo y quitarle su virginidad.
No me frenaré a la hora de poseerla y de enseñarle lo que es un verdadero hombre.
Le mostrare que ahora nada la dañará, convertiré sus sueños en realidad y lucharé contra cualquiera que se interponga para mantenerla a salvo conmigo.
Nadie podrá quitarme lo que me pertenece.