Eleanor Oliphant siempre dice lo que piensa.
Lucha por dejar de ser alguien con pocas habilidades sociales.
Se ha preparado un calendario vital cuidadoso y estricto para evitar interacciones sociales: los fines de semana los pasa sola comiendo pizza congelada y bebiendo vodka y todos los miércoles habla con su madre.
Pero todo cambia cuando Eleanor conoce a Raymond, el informático de la oficina. Juntos abandonarán la soledad en la que han estado viviendo.
Una novela cálida y elegante.
La historia de una heroína fuera de lo común, cuya inexplicable rareza e ingenio descarado la llevará a darse cuenta de que la única manera de sobrevivir en el mundo real es abriendo su corazón a la amistad.