Soy un espíritu libre, no dejare que ningún hombre me domestique. Si todas mis amigas se casan no significa que yo tenga esa misma necesidad.
El amor siempre termina mal y no expondré a mi corazón a ello.
Pero conocí a Fernando, un billonario bien posicionado, hermoso, fuerte y es increíble en la cama.
Necesito un acompañante para la boda de mi amiga y él necesita una prometida para mantener su empresa y su dinero.
Podemos fingir para obtener lo que queremos y ya.
Me parece un trato justo.
Su protección, su amabilidad y su sexo es algo que no tuve antes.
¿Será que este acuerdo se puede convertir en algo real?