Ana Jurić vive en Zagreb con sus padres y su hermana pequeña cuando estalla la guerra entre Croacia y Serbia.
Se pasea por la ciudad, entre bombardeos, restricciones y refugiados, con la curiosidad propia de sus diez años, de la mano de su mejor amigo.
Hasta que la guerra la golpea con dureza y le cambia la vida para siempre.
Ana Jurić tiene veinte años y vive en Estados Unidos.
Lleva una vida aparentemente plácida, en parte porque oculta a todo el mundo su origen.
Un día se encuentra con la cooperante que la ayudó a huir de la guerra y revive las pesadillas, el dolor y la culpabilidad de aquel tiempo.
Decide volver a Croacia para reconciliarse con el pasado, cerrar una herida abierta y reencontrarse a sí misma.