martes, marzo 31, 2020

Serie No lo llames

4. No lo llames sexo... ¿O sí?

Me gusta el sexo. Mucho. 

Pero no por el éxtasis que conlleva, o al menos no solo por eso, sino porque cuando estoy perdido entre el placer, el deseo y la necesidad es el único momento en que puedo dejar de pensar en lo que hice. 

En el daño que provoqué. En el precio que me tocará pagar cuando me atrapen.

Porque tengo claro que va a ser así. No puedo escapar. No sé cómo hacerlo.

Llevaba huyendo tanto tiempo que ya ni siquiera sabía cuál era mi lugar en el mundo, hasta que di con Calix e Iskra. 

Y los deseé con locura. 

Tanto que me volví descuidado y olvidé fortificar mi corazón.

Pero no fueron ellos los que se colaron en él a través de las grietas que se abrieron, sino la Reina del Infierno. 

Y la deseo mucho más de lo que sería prudente.

5. Llámalo tú y yo

Es el último día del año y nuestros amigos de la Plaza de la Paja están revolucionados.

Porque van a celebrar, en casa de Gala y Rodrigo, una gran cena a la que están todos invitados, y claro, organizarla no es lo que se dice sencillo.

Porque esta cena será la primera reunión cuasi familiar de Uriel tras años huyendo, y la verdad, no le hace mucha gracia.

Porque Cruz va a recibir una llamada que puede hacer realidad un sueño.

Porque Calix e Iskra no pueden dejar de pensar en una revelación que, de ser positiva, les va a cambiar la vida.

Y mientras todos tienen la cabeza en mil preocupaciones, dos adolescentes enamorados están planeando hacer algo muy especial en esta primera Nochevieja que sus padres los dejan salir. 

Aunque ese algo tan especial se les está complicando bastante. Mucho. Muchísimo. Tanto que, quizás, les sea imposible llevarlo a cabo.

Menos mal que tienen un Hado Padrino que, tal vez, pueda echarles una mano. O dos. 

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