En la puerta del piso de Helena hay una nota de su casera en la que le recuerda que, si no paga los dos meses de alquiler que le debe, llamará a la policía.
Cansada de enviar currículos sin obtener respuesta, está a punto de pedir ayuda a sus padres, pese a que sabe que le pedirán mantener oculta su sexualidad.
Por eso, se aferra como a un clavo ardiendo a su última entrevista de trabajo en una importante empresa.
Todo se tuerce cuando suelta una frase que dejará descolocada a su entrevistadora y hará creer a Helena que ha sepultado su única oportunidad de ser una mujer independiente.
¿Quién conoce todas tus caras?
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