Berta era fea, antipática, no tenía amigos, su marido la dejó por otra y para colmo de males la despidieron de su trabajo.
¿Podía irle peor?
Sí.
La Muerte se enamoró de ella.
Un simple desvanecimiento la llevó al hospital y allí recibió la peor de las noticias: le quedaba un año de vida...
Su único consuelo era un gato callejero tan feo y desdichado como ella.
Pero de pronto, todo cambió...
Una historia agridulce que te emocionará, te hará sonreír y tal vez reflexionar.
¿Qué harías tú si de repente descubrieras que te queda un año de vida?
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