domingo, abril 08, 2018

Como el perro y el gato

«-¡Estoy hasta las narices de los hombres! 

¡Me ponéis de los nervios y estoy cansada de vuestros golpes bajos! 

Ha llegado la hora de que sufráis.

–Mi voz resuena en todo el vecindario, pero en ese momento, agotada y calada hasta los huesos, tomo una decisión irreversible: no les voy a pasar ni una. 

Pongo los contadores a cero, les voy a hacer pagar todo lo que hacen; me voy a vengar.»

La dulce Marie ha desaparecido, perdida en sus lamentos. 

Cuidado mundo, llega una nueva Marie… la venganza es un plato que se sirve frío, y ella está congelada…

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