Carmen tiene cincuenta y un años, está divorciada y es madre de tres hijas, bueno dos... tres... ¡ay, qué lío!
Su vida ha sido complicada, pero ahora mismo es feliz y vive su vida con intensidad.
Daniel tiene cincuenta y tres años, también es divorciado y tiene una sola hija, pero que vale por cinco por lo que cuesta mantenerla jajaja.
La vida de Daniel es tranquila, tal vez demasiado, pero es justo lo que necesita o eso cree.
Son dos personas diferentes que un buen día se encuentran, bueno, "encontrarse" no es la palabra.
Lo suyo empezó el día en que ella, con el tubo entre las manos y despatarrada por el suelo… ¡Ah! no os lo he dicho, ¿verdad?
Carmen es… bueno, mejor os dejo a vosotros que descubráis quiénes y cómo son estos dos maduritos.
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