Lady Madeleine no podía comprender cómo perderse una noche de tormenta en el bosque cercano a la casa donde pasaba unos días con su familia, acabaría conduciéndola al matrimonio con uno de los mayores e impenitentes calaveras de las Islas.
El conde de Camus conocido como un libertino, un hombre deseado por las mujeres y envidiado y odiado por igual por muchos de sus congéneres, se vio avocado a un matrimonio que ni esperaba ni deseaba.
¿Cómo había acabado en esa situación?
¿Podría un libertino reformarse cuando no deseaba ser reformado?
¿Podría ella perdonarlo y creer que podrían llegar a formar un matrimonio real?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario