miércoles, mayo 17, 2017

Tú, nada más

Marcel; indiferencia.

Anel; fragilidad.

Sin saberlo, viven escondidos en sus propias sombras, en sus mundos sin luz, en la soledad. 

Pero, de pronto, algo cambiará y después de defender a esa chiquilla flacucha en aquel salón de la universidad, se encuentra atraído por su parsimonia, tentado por su inocencia, y es por eso que la arrastra a un juego en el que desear es la parte medular, en el que sin notarlo, todo se transformará.

¿Será sencillo continuar esa gélida realidad a pesar de que, como estrellas en la noche, iluminan su oscuridad?

¿El deseo que su sola cercanía despierta, no exigirá más? 

¿La posesividad es parte de la necesidad? 

¿Por qué a su lado todo parece mejorar?

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