sábado, agosto 06, 2016

La espía enamorada


Millie se acercó a Harrison sonriendo. 

A pesar de sus rastas y sus piercings, el militar no había movido un sólo músculo y no parecía impresionarle.

Pero ella estaba segura, de que, cuando se quitase todo su "disfraz", entonces sí lograría que la mirase con la boca abierta.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario