Howardian Hills, Yorkshire, Inglaterra. Año 1818.
Thomas Ollerton, magistrado de la corte de High Street, ha visto en Londres más maldad y violencia de la que alguien pudiera soportar sin volverse desconfiado.
Muestra una sonrisa perfecta y modales gentiles, pero su mundo interior rebosa amargura y suena a oquedad.
Al regresar a la campiña de Yorkshire para visitar a su familia, se reencontrará con la joven Marianne Barham. Ella es sincera, alegre e inocente; cría en secreto a algunos de los mejores pura sangres de carrera de Inglaterra, y aún tiene el brillo de quien no vivió desilusiones.
Pero él ya no puede reflejar ninguna luz: es un agujero que todo lo traga, un hombre del que nadie debería enamorarse.
Cuando el supuesto fantasma de una mujer vengativa comience a matar a los caballos que Marianne tanto quiere y ponga en grave peligro a la joven, Thomas se encontrará en un intento desesperado por encontrar al criminal y proteger a la mujer que admira y está comenzando a amar.
¿Podrá salvarla de los peligros externos que la acechan y al mismo tiempo de sus propias manos dañinas?
¿Logrará ella superar su ingenuidad y unirse a la lucha, conservando su esperanza?
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