martes, junio 02, 2015

Quiero el divorcio


Después de dos copas de vino, cuatro cócteles y una bebida loca. 

Sarah pierde el control de su vida cuando, al despertar al día siguiente, descubre un lindo anillo de casada y al hombre que cualquier mujer querría aferrado a sus piernas. 

Sólo había un problema… Aquel cuerpo atlético no se parecía en nada al flácido cuerpo de su novio.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario